sábado, 27 de febrero de 2010

Un nuevo inicio





Sabia que esto significaba una nuevo inicio, por que la responsabilidad de un ser que es la mitad de ti, pero con toda una nueva vida, una única oportunidad pero completa, es por decir lo menos...fantástico.
Lo que jamas pensé es que ella iba a nacer por cesárea y que yo estaría en la operación. Aunque al inicio fue traumático, por la sangre, en el silencio renuente y esos sonidos de los guantes de plastico, los controles de pulso etc.
Pero magicamente y un instante después, el primer llanto de Andrea, un sonido escuchado hasta la saciedad, pero esta vez era producido por mi hija.
Solo eso era diferente, pero era el primer llanto de mi hija, pero fue como si ese sonido lo escuchara por primera vez, todo el cuerpo responde y se pone alerta.
Imaginar como estuvo su mama, cuando fui a verla detrás del pequeño biombo instalado sobre su pecho, estaba llorando, luego me explico que eran lágrimas de alegría. Lo que vino después fue el aclimatarse a la nueva personita, a sus horarios de sueño, de comida y obluciones, cuatro días inolvidables, pero en fin de vuelta al trabajo, y ya la estoy extrañando.
La vida en si es un cumulo de experiencias, es decir sensaciones que nos toca vivir cada vez, y esta primera vez de ser papa fue especial, claro ahora hay que estar mas seriecito y no debe faltar billete en la casa, pero con todo he decidido ser el papa mas responsable del mundo, y eso significa pasar el mayor tiempo posible con ella, ganarme su confianza, ser su amigo y guia y sobre todo ser su papaito.